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viernes, 30 de marzo de 2012

Cartier, joyas, realeza...

De los talleres de la emblemática Casa francesa de joyas han salido las piezas, únicas en su género, con que las mujeres más bellas, elegantes y opulentas de la monarquía han mantenido vivo el esplendor del trono en los últimos 164 años.

 

Esta prenda, de platino, diamantes y aguamarinas, así como la de abajo, hacen parte de las 27 tiaras que la Casa Real inglesa le encargó a Cartier en 1937 con motivo de la coronación de Jorge VI. Foto: Nick Welsh, Collection Cartier ©Cartier.

Tiara de oro, platino, diamantes y citrinas. La particularidad de estas diademas es que su remate se puede desmontar para ser usado como prendedor. Foto: Nick Welsh, Collection Cartier ©Cartier.

El lujo de Cartier se hizo presente en la coronación de Isabel II, en 1953, en los aretes con que la Reina complementó la antiquísima corona de San Eduardo. Foto: Getty Images.

Este prendedor de diamantes en forma de rosa fue creado en 1938 y perteneció a la princesa Margarita, Condesa de Snowdon. Lo lució en la coronación de su hermana Isabel II. Foto: Nick Welsh, Collection Cartier ©Cartier.

 
Kate Middleton (derecha) lució en su boda la tiara ‘Halo’, de 1936, una sucesión de volutas que confluyen en un adorno central. Perteneció a la reina madre Elizabeth, quien se la regaló a Isabel II para sus 18 años. Ella nunca la usó y solía prestársela a su hermana Margarita, a la izquierda. Fotos: AP y AFP.

 
El broche ‘Edelweiss’ conmemora la proclamación de Isabel II como reina en 1952. Es de platino y su pieza estrella es la célebre gema ‘Williamson’, un diamante rosado, en corte Brillante de 23,60 quilates. Fotos: Queen Internacional y Nick Welsh, Collection Cartier ©Cartier.

 
Este ensoñador collar en forma de babero fue diseñado para la Duquesa de Windsor, en 1947. Es de oro, platino, diamantes en cortes Brillante y Baguette, una gran amatista en forma de corazón, 27 amatistas en corte Esmeralda, una amatista oval facetada y cabuchones de turquesas. Foto: Nick Welsh, Collection Cartier ©Cartier.

 
La Duquesa de Windsor, Wallis Simpson, fue junto a su marido, el exrey Eduardo VIII de Inglaterra, una de las más ávidas clientas de Cartier. Ellos le quedaron debiendo facturas a la Casa, pues creían que su prestigio asociado a sus obras era su pago. Aun así, inspiraron las piezas más atrevidas de la joyería. Foto: ©Rue Des Archives/AGIP.

De la colección de Wallis también es este broche de 1949 en forma de pantera, de platino, oro, diamantes y dos diamantes amarillos en forma de pera (los ojos) y pequeños cabuchones de zafiro. El animal se posa sobre un gran cabuchón de zafiro Kashmir de 152,35 quilates. Foto: Nick Welsh, Collection Cartier ©Cartier.

 
Los lentes de la Duquesa de Windsor también se inspiraron en los famosos motivos felinos de la Casa. Foto: Nick Welsh, Collection Cartier ©Cartier.

 
Broche en forma de cabeza de pato, de oro, platino y perla Blister ornado con esmeraldas. Su ojo es un zafiro, su orificio nasal un brillante y su pico de coral tallado. Fue hecho para Wallis en 1953. Foto: Nick Welsh, Collection Cartier ©Cartier.
De Cartier para la realeza. Rainiero de Mónaco cubrió a su esposa Grace de alhajas de Cartier. En 1959 le regaló este aderezo formado por una diadema de diamantes y rubíes, un collar y un brazalete. Foto: ©G Lukomski, con autorización de los Archivos del Palacio Principesco de Mónaco.Rainiero de Mónaco cubrió a su esposa Grace de alhajas de Cartier. En 1959 le regaló este aderezo formado por una diadema de diamantes y rubíes, un collar y un brazalete. Foto: ©G Lukomski, con autorización de los Archivos del Palacio Principesco de Mónaco.

 
Estos broches, con cabuchones de rubíes de unos 49 quilates, hacen parte de la anterior tiara de Grace Kelly. Foto: ©Les Archives du Palais Principer de Mónaco.

 
De la princesa Grace fue también este pin en forma de perrito poodle, de diamantes y oro blanco, de 1958. Los ojos son dos rubíes, y la nariz, un ónice. La cola y una de las patas se mueven. Foto: ©Les Archives du Palais Principer de Mónaco.

 
Mathilde, Duquesa de Brabante, con la tiara de hojas y bayas, una de las tantas piezas de la Casa para la realeza de Bélgica. Foto: AFP.


En 1910, Elisabeth, una de las reinas más queridas de los belgas, adquirió esta diadema de platino y diamantes que usaba calada al estilo de los años 20. Foto: Nick Welsh, Collection Cartier ©Cartier.

 
La infanta Cristina de España con la corona de diamantes y perlas que perteneció a su bisabuela, la reina Victoria Eugenia de Battenberg. Foto: Queen Internacional.

 
Al casarse con Jorge de Grecia en 1907, María Bonaparte, sobrina bisnieta de Napoleón, recibió prendas de Cartier como la tiara de diamantes y perlas (abajo), y la tiara con la que aparece a la derecha y que lució en su boda. Fotos: Nick Welsh, Collection Cartier y Archives Cartier © Cartier.

vía... http://m.jetset.com.co/paparazzi/galeria/de-cartier-para-realeza/42605

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